domingo, 24 de marzo de 2013

ECOTURISMO EN PATAGONIA



Me basto darme una vuelta por la Patagonia turística para tener una visión personal de lo que está ocurriendo en el ámbito de las actividades que aparentemente se hacen llamar actividades turísticas ambientalmente sustentables. En primer lugar veremos el significado del concepto de Ecoturismo el que dice que “es la práctica del turismo de descanso, ocio, deportivo o educacional desarrollado en áreas naturales que se utiliza de manera sustentable de los patrimonios naturales y culturales incentivando a su conservación, promoviendo la formación de conciencia ambientalista y que garantice el bienestar de las comunidades involucradas”. Tengo la impresión que en nuestros espacios naturales no se están dando estos conceptos por la sencilla razón que prima en los servicios otorgados una vorágine en captar clientes del punto de vista comercial lo que se traduce en una idea de ganar mas y mas dinero aprovechando las bellezas naturales de nuestra región perdiendo la óptica de que debiera ser directamente proporcional lo que se gana  conducirla también en la inversión del recurso humano para la capacitación, la mantención de los implementos necesarios que ayuden a la preservación de los sitios visitados, y una constante retroalimentación del significado real y profundo del cuidado de la Naturaleza ante el masivo impacto de sus visitantes. Pude apreciar en algunos sitios de acampada como el número de visitantes supera la carga de impacto en los espacios recomendados para su uso, como se mantienen las carpas sobre el mismo sitio sin dar la posibilidad de que el suelo pueda efectuar su proceso normal de fotosíntesis (circulo marcado en el suelo después del uso de una carpa), al mismo tiempo difícil política la de decidir que en un Parque Nacional debiera estar prohibido fumar sabiendo los riesgos que eso significa ante los acontecimientos que aún están frescos en la memoria de muchos en nuestra región. Las desventajas mas recurrente en este ámbito las señalamos en los siguientes puntos:
1. El auge del ecoturismo ha generado en algunas zonas la especulación de las tierras y cambios de propietarios, algo perjudicial para las poblaciones locales.
2. Las visitas no controladas a zonas protegidas pueden dañar directa o indirectamente  la flora y la fauna. Hay casos en que se les da de comer a los animales para que los ecoturistas los vean mejor o los fotografíen, originando problemas en sus costumbres naturales sobre todo cuando dejen de hacerlo.
3. Algunas veces no se hacen los estudios suficientes sobre la capacidad de turistas en una zona para no sobrecargarla y evitar un impacto negativo.
4. Existen  limitaciones presupuestarias para planificar, promover, confeccionar y controlar el ecoturismo.
5. Escasean los exámenes objetivos y detallados sobre el impacto del ecoturismo, así como directrices para mejorar o cambiar el rumbo cuando sea necesario para estimular un ecoturismo más responsable y sostenible.
Nuestra región y sobre todo sus casas de estudios superiores tienen una gran responsabilidad para hacerse participes en la formación de guías y profesionales nativos que entienden mucho mejor de cómo cuidar su propia región y no con lo que está ocurriendo en que muchos profesionales foráneos vienen solo en búsqueda de trabajo, aumentar sus ingresos a costa de mínima y casi nula información ecológica de las propiedades específicas de nuestra Patagonia.

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