El reciente fin de
semana y habiendo programado con anticipación en conjunto con American Corner
una actividad que implique las enseñanzas básicas del comportamiento humano en
la naturaleza ante el desarrollo de cualquiera de las actividades que están muy
de moda tanto en jóvenes como en adultos, todo esto enmaracado en lacelebración
del Día Mundial de la Tierra.Nos hacíamos acreedores de una oportunidad valiosa
ante 32 niños scouts quienes se aproximaron al Centro Austral Antártico de la
Umag a empaparse de temas alusivos y concretos de cómo crear conciencia de una
filosofía de minimo impacto sobre nuestro Planeta. Para ello y con el conocimiento
consolidado acerca del Programa Ambiental No Deje Rastro por mi condición de
Maestro de este programa y acompañado por mis alumnos de Educación Física,
quienes en este preciso momento están siendo entrenados en dichas materias,
preparamos la exhibición de un Documental para posteriormente y aprovechando
las altas presiones y el buen tiempo atmosférico, salimos en las inmediaciones
de áreas verdes para llevar a la practica el conocimientos recién adquirido.
Previo a dicha actividad, cayo en mis manos un libro de Al Gore, un impulsor
americano que hasta los días de hoy recorre el mundo con una misión muy
particular y es la de crear conciencia absoluta de los acontecimientos que han
y están ocurriendo producto de las emanaciones de gases de efecto invernadero a
la atmosfera. Encontre un capitulo interesante y que quisiera compartirlos con
Uds. acerca de la manera en que somos testigos en los tiempos actuales de un
“choque” sin precedentes, gigantesco entre nuestra civilización y el Planeta
Tierra. Para ello el análisis se fundamenta en reflexionar acerca de la
relación fundamental entre nuestra civilización y el sistema ecológico del
Planeta Tierra que se ha visto de manera total y radicalmente afectada y
transformada a causa de la poderosa presencia y realidad de de tres factores
principales. El primero de ellos es la gran explosión demográfica y poblacional
que para muchas naciones son números de éxitos por lograr controles tanto en
las tasas de mortalidad como en las de natalidad aunque suenen contradictorios,
la inercia de la población mundial se ha hecho tan poderosa que la “explosión”
aún continúa transformando nuestra relación con el Planeta. El segundo factor
tiene que ver con la revolución Cientifica y tecnológica.
Esta nos ha traido
fabulosos progresos en áreas como la medicina y las comunicaciones entre otras
no menos importantes, pero al mismo tiempo y casi en una línea directamente
proporcional junto a las ventajas obtenidas de nuestras nuevas tecnologías
también se aproximan en cantidades iguales muchos efectos secundarios no
previstos, sobre todo porque este nuevo poder no siempre ha estado acompañado
de una nueva prudencia acerca del modo en que debemos usarlos, cosa que se
traduce en una tarea titánica en colegios y liceos para alcanzar dichos avances
y también frenar su mal uso. Finalmente el tercer factor que causa este
“choque” entre la humanidad y la naturaleza es a la vez el más sutil y el mas
importante y versa sobre nuestra forma básica de pensar acerca de la crisis
climática, y el principal problema del modo en que pensamos acerca de todos
estos problemas ambientales es que parece mas fácil no pensar en ella, perdemos
atención, nos despreocupamos de lo que ocurre en nuestro entorno y por sobre
todo la ignoramos dando cabida a otros intereses que en cierta medida cayendo
en un acelerado consumismo los resultados de estas acciones conllevan a un
“silencioso” y “oculto” atentado a la naturaleza. Se hace necesario organizar
con los mas pequeños un trabajo fino y contundente acerca de la conciencia que
debemos desarrollar para el futuro y dar garantías de vivir acordes con nuestra
RELACIÓN ECOLOGICA, Humanidad y Medio Ambiente.
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