martes, 26 de febrero de 2013

LIDERAZGO EN LA AVENTURA


Mientras se desarrolla en pleno la Patagonia Expedition Race, de cuyos orígenes formé parte en su primera versión como responsable de un grupo de muchachos a cargo de los Puntos de Control que se encontraban repartidos por toda la Tierra del Fuego, algunos en idílicos paisajes marítimos, otros en plenas llanuras y turbales y los más especializados en las montañas de la cordillera Darwin. Recuerdo mis primero análisis de una carrera tan extrema y fuerte del punto de vista del esfuerzo físico que no deja de ser con solo ver el recorrido agotarse en su lectura y encontrarse consigo mismo en decirse en lo más interno y profundo del deportista de si podrá asumir y absorber una carga física de esa naturaleza. Pero existe un componente obvio del cual muchos de los equipos escapan en el funcionamiento de sus etapas de preparación, entrenamiento previo y todo lo que implique no dejar detalle alguno para tratar por lo menos en terminar una carrera con estas características, me refiero fundamentalmente a la capacidad de Liderazgo de quienes van a cargo del grupo o simplemente la capacidad de soportar el rigor del trabajo en equipo en situaciones difíciles y extremas. En momentos de crisis, es bueno recordar el ejemplo del Explorador Antártico Sir Ernest Shackleton, un modelo de liderazgo en entornos complejos. Una expedición canadiense dirigida por Vilhjamur Stefansson salió el 3 de agosto de 1913 a explorar el Artico helado a bordo del Karluk; otra expedición liderada por sir Ernest Shackleton salió el 5 de diciembre de 1914 a bordo del Endurance de la isla de Georgia del Sur con el objetivo de realizar la primera travesía continental de la Antártica. Ambos fracasaron; en el caso del Karluk, el tema del liderazgo, o mejor dicho de otra manera la falta de él provocó que la tripulación falleciera en la superficie del Artico, no sin antes haberse enfrascado en peleas, robos y mentiras. La respuesta de Shackleton y su liderazgo frente a los mismos problemas que había enfrentado Stefansson fueron totalmente diferentes. En este caso, el trabajo en equipo, el sacrificio y el buen humor consiguieron que la tripulación volviera sana y salva a su destino, no sin antes pasar por increíbles vicisitudes y retos. Con respecto a la carrera en un solo día de seguro a los participantes les sucederán miles de situaciones en las que es primordial tomar la decisión exacta en el momento y tiempo justo, para ello se requiere de experiencia y conocimiento del grupo en lo que denominamos, el EQUIPAJE INVISIBLE. Es aquel “equipaje” o “utensilio” que no vemos y no está presente a la vista de los participantes ni a veces entre sus mismos compañeros, me refiero exclusivamente a los pensamientos, expectativas, creencias, mitos y realidades, miedos y temores que tiene cada uno de los participantes a la hora de competir en una actividad en que el mayor componente de exigencia lo ponen las condiciones meteorológicas las que en segundos modifica el entorno en donde se encuentren. Tomaremos el ejemplo de Shackleton y lo llevaremos a un plano en que Uds. señores lectores en su trabajo, en su oficina o más bien en su equipo de trabajo puede llevar a la práctica con este singular ejemplo:

El rol de Shackleton fue fundamental para lograrlo, y trataremos algunos de los ingredientes de su liderazgo:
1. Minimizar las diferencias de estatus. Shackleton compartía la poca comida que había con sus hombres y no había jerarquía a la hora de realizar tareas: científicos, marinos y médicos, todos trabajaban por igual.

2. Enfocar la energía en el aquí y ahora, concentrándose en metas a corto plazo, teniendo además la flexibilidad de cambiar los objetivos de la expedición (de descubrir la Antártica a sobrevivir), cuando fue necesario.

3. Permitir el conflicto en dosis pequeñas, permitía liberar la tensión. Shackleton supervisaba los conflictos entre sus hombres, siendo proactivo en la resolución de problemas.

4. Ser ejemplo para su gente con símbolos y conductas visible y fáciles de recordar; inspiraba optimismo y autoconfianza aún en las peores condiciones.

5. Cuidar de sí mismo, tomarse tiempo para reflexionar, para mantenerse íntegro y coherente en un entorno inestable.
6. Reforzar constantemente el mensaje de grupo: somos uno y sobrevivimos juntos. Encontraba siempre algo para celebrar, nunca abandonaba, siempre encontraba alternativas viables.

Espero que este mensaje llegue a mi entorno laboral que se aproxima a comenzar un nuevo año escolar.

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