Esta pequeña historia es
invernal, me encontraba siendo niño en las inmediaciones de un lugar conocido en la Patagonia como “Tres Pasos”, la denominación de este lugar deriva de que
apareciendo desde la dirección que sea, siempre tienes al frente tres vías que
elegir de acuerdo a la ruta que quieras tomar, hermoso valle y distinguido por
estar rodeado de cerros altos de la Patagonia como el Cerro Onher, Cerro
Ventana, Cerro Campana, Cerro Castillo y Cerro Jorge Montt, por el oriente se perfila
la sierra Dorotea en sus vertientes terminales. En estos mismos lugares se
encontraba la instalación de un viejo hotel que servía de apoyo, refrigerio y
descanso para aquellos aventureros de la Patagonia que en largas jornadas de
cabalgata y mordiendo el polvo y los dientes de huracanados vientos se hacían
valer ante
las templanzas de arrieros, ovejeros o simplemente viajeros que
vagaban por estas inhóspitas tierras. En mi infancia me deleitaba de todas las
manifestaciones de la naturaleza haciéndola un juego avistando juguetonas
liebres, escuchando el característico canto del Pitio y clasificar el vuelo de
las aves en la intensidad del aleteo.Una corta tarde de invierno
y después de un suculento almuerzo y mientras la familia que me acogía quienes
eran unos esforzados Tíos que vivían en este maravilloso lugar, escuchaban
tanto las noticias
como los ya conocidos Mensajes en la Patagonia que se
refería a los mensajes que gente de la ciudad se comunicaba con los suyos en
las estancias y puestos ganaderos a través de curiosos avisos.Entre mensajes y recados se
escucha en la radio una noticia importante de la que tanto los Tíos campesinos
como a mí, no dejaron de llamar la atención. Recuerdo estar jugando con unos
maderos cerca del cajón de leña pero con mi corta edad puse mucha atención. Y
la noticia decía lo siguiente, que por encontrarse en las primeras semanas de
invierno y por información del centro meteorológico se comunicaba que la región
sería abordada por una Ola de frío, en mi pequeña mente la única ola que conocía eran aquellas que existen en el mar y que a veces son grandes o a veces
pequeñas, mi curiosidad
me gana y me dirijo hacia las afueras de la estancia y
me ubico en los alambrados cercanos en donde hay un paso por sobre ellos como
una escalera….siendo pequeño en estatura quedaba muy bien sentado en el primer
peldaño, y me acomodo para disponerme a esperar el cumplimiento de la gran
noticia de la Ola de frío…..en mi imaginación y en mi paciente actitud todo
indicaba que esperaría algo así como una enorme Ola de mar que cubriría toda la
región…..mi corazón agitado de emoción calculaba la distancia que había entre
mi cómodo asiento en las escaleras y la puerta de la casa para que cuando
aparezca
la supuesta “ola” alcance a verla y arrancar al refugio de la
estancia.
Pasaron varias horas y yo
seguía estoico mirando hacia las montañas del oeste que casi como un magnetismo
suponía mi instinto a que la Ola de frío llegaría por ese lado. El tiempo ya
iba minando mi gran paciencia y es muy probable que la Ola de frío ya había
cubierto mi cuerpo manifestándose en mis rojas orejas y una nariz y pómulos
morados, muchas ganas de ir al baño y las piernas temblando por la inactividad
y por la larga espera…..de pronto pudo más la imaginación de que de mi infantil raciocinio y sobre el Monte Campana se perfila en el cielo enormes nubes tipo
cúmulos que asemejaban para ya mi inquieta mirada a unas enormes olas que se
movían siempre en lo alto y en dirección hacia la estancia,
con mi rostro
congelado y las manos inertes por el frío tomé la carrera de la salvación, las
nubes eran enormes tanto así que sentí que aunque ingresara a la casa estaría
inseguro y no encontré nada mejor que meterme debajo de la mesa y esperar la
llegada de la monstruosa ola. Mi tío me consulta qué estoy haciendo allí debajo
de la mesa y escarchado de frío…..le cuento lo que está sucediendo….pero el tío
soportando largar una carcajada me atiende cariñosamente y frotándome las manos
y haciéndome recuperar el calor en mi cuerpo me va comentando de qué se trataba
la Ola de frío y haciendo mención en que las Olas de frío no se ven como se
vería una Ola de mar y al mismo tiempo me indica que mientras me está
refregando las manos lo que está haciendo es sacarme la Ola de frío que
realmente ya me había envuelto completamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario