Después de su magistral libro dedicado a la conquista del Polo Sur, el dramático duelo entre Amundsen y Scott, Javier Cacho, verdadero experto en estos temas, miembro de la primera expedición española a la Antártica en 1986, y jefe de la base española antártica en varias campañas, regresa con otra obra no menos interesante e igualmente enmarcada por el continente blanco. El protagonista en esta ocasión es Ernest H. Shackleton, un explorador clásico que, a principios del pasado siglo, consiguió despertar pasiones tanto por sus logros como por sus fracasos. El británico sólo pudo aproximarse al Polo Sur durante una de sus expediciones, así que cuando Amundsen se convirtió en el primer hombre en pisar ese punto geográfico, Shackleton desvió su atención hacia otro objetivo aún más ambicioso: cruzar la Antártica de lado a lado, pasando por el Polo. Esta es la iniciativa por la que sería más conocido.
El libro de Javier es una auténtica biografía del héroe, al que muestra en todas aquellas situaciones que dieron forma a su vida y esperanzas. En sus páginas se puede conocer de dónde sacó el niño Shackleton sus inquietudes, cómo logró enfocar su carrera de explorador hacia esos objetivos aparentemente imposibles, cómo se desarrolló su primera expedición (viajó a la Antártica con Scott), incluyendo su decepcionante desenlace, la presentación de sus propias propuestas, las posteriores expediciones, ya como responsable máximo de ellas, los triunfos y epopeyas que se derivaron de ellas, etc.
Shackleton experimentó una de las principales aventuras del siglo XX durante el viaje transantártico del Endurance. Las penalidades sufridas, la pérdida del barco, el largo período de supervivencia heroica, y el rescate final, son descritos con emotivo detalle por Javier Cacho, que se ha esforzado enormemente en darnos no solamente los hechos históricos sino también la parte más humana de aquellos sucesos que pasaron a los anales de la ciencia. Shackleton fue uno de los hombres más famosos de su época, y uno que murió “con las botas puestas”, durante su última expedición. Cacho, a quien se le nota haber disfrutado con este trabajo, realiza un brillante trabajo en mostrar al lector al personaje, al científico, al explorador, a través de 500 páginas plenas de emoción e historia. El libro, que destaca por su documentación, incluye algunas imágenes de archivo, desconocidas entre los no entendidos en la materia, así como mapas que facilitan la comprensión de la dificultad de los viajes emprendidos por el protagonista.
El británico nunca llegó al Polo Sur, su sueño vital, pero sus esfuerzos por lograrlo configuraron una vida tan o más apasionante que si lo hubiera conseguido. Fue la personificación del individuo atrevido pero a la vez sensato, capaz de renunciar al objetivo final si los peligros para él y sus compañeros se tornaban excesivos, algo que Javier Cacho pondrá de relevancia, como también sus múltiples virtudes como persona, que le convirtieron en un ser excepcional.
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